Es curioso que cuando asisto a los torneos, las preguntas que me hacen en relación a la alimentación, tanto padres como jugadores, son recurrentes. En general, les preocupa qué deberían comer antes del partido, a qué hora, qué bebida, cuando tomarla, qué hago cuando se retrasa el partido, qué gel utilizar o si mejor usar barritas…
Aunque siempre trato de responder a las preguntas, lo cierto es que no existe suplemento ni protocolo alimentario que pueda suplir una inadecuada alimentación en general. Bajo presión, como puede ser un resultado adverso, tenemos la tendencia a buscar una solución rápida y fácil, el suplemento o recomendación milagro que nos ayude a salir de esa situación, pero eso simplemente no existe.
De modo inconsciente, lo que hacemos es dar al alimento en competición o a los suplementos una importancia absoluta cuando, en realidad, es relativa. Con esto me refiero a que la alimentación antes, durante y después de los partidos puede evitar lesiones, retiradas antes de tiempo, recuperarnos para el siguiente partido e incluso marcar la diferencia entre jugadores de un nivel similar, pero esto ocurrirá, si y solo sí, el 90% del tiempo el jugador realiza una alimentación correcta.
Llegados a este punto, la estrategia adecuada sería asegurar una alimentación correcta en el día a día del jugador, de modo que actuemos desde el punto de vista de la prevención. Esto, unido a los controles necesarios para detectar situaciones donde no haya sido posible prevenir, nos ayudará a evitar largos períodos de bajo rendimiento durante la competición como ocurriría, por ejemplo, con una anemia ferropénica, caso muy habitual entre jugadoras jóvenes.
Una vez resuelto esto, ahora sí, deberíamos aprovechar las ventajas que nos proporcionan los alimentos y la hidratación antes, durante y después de los partidos en los períodos de competición. Añadiendo, según los casos, la suplementación correcta en el momento adecuado, atendiendo a las diferentes variables: duración del partido, tasa de sudoración, temperatura, humedad, altitud…
El día del partido, a los jugadores en general, les preocupa las cuestiones planteadas al inicio del post, pero otro momento importante y olvidado muchas veces, es el de la recuperación tras el partido. Con frecuencia, los jugadores actúan de modo incorrecto por desconocimiento de la pauta dietética a seguir, perdiendo la oportunidad de aprovechar la “ventana metabólica” en las horas posteriores al partido. Pero lo que también me encuentro con frecuencia es el caso de jugadores, que sabiendo lo que deben comer tras el partido, solo lo hacen si ganan. Cuando se gana el partido, la recuperación a través de la alimentación y/o suplementación es fundamental para afrontar el siguiente partido, pero si se pierde no se debe olvidar que al día siguiente se volverá a entrenar y que el aprovechamiento de ese entrenamiento dependerá de la recuperación realiza el día que se perdió. Si el tiempo para preparar el siguiente torneo es una semana, ya desaprovechaste un día.
Por último, señalar que si tenemos en cuenta y atendemos todas estas cuestiones estaremos seguros de haber hecho, en lo que a la alimentación del jugador se refiere, todo lo posible para contribuir al mejor resultado. Lo veremos en los siguientes posts.
Carmen Doménech Ribes
Dietista-Nutricionista
CV-00465